miércoles, 11 de septiembre de 2013


Mi nombre es Yoselin Jiménez Aguilar, tengo 15 años de edad, tengo cabello risado y de color café claro, el color de mis ojos es café  la forma de mi cara es redonda, tengo pestañas largas y cejas negras, la complexión que tengo es delgada y la estatura que tengo es de 1.50 metros, y el día más importante de mi vida fue, cuando me gradué de la Tele-secundaria Francisco I. Madero de la comunidad de chignautla el día 3 de julio del 2013 a las 5:30 de la tarde.
Un día antes de la graduación todos mis compañeros y yo estábamos muy contentos, ya que todos esperábamos con alegría ese día, el día de nuestra graduación todos estábamos muy entusiasmados por que íbamos a bailar nuestro vals, pero al mismo tiempo teníamos unos nervios tremendos porque había mucha gente la cual llegaba y llegaba para ver nuestra clausura. Se llegó la hora del vals y todos con los nervios de punta empezamos a bailar y toda la gente que estaba ahí nos aplaudía, nosotros muy felices sonreíamos, cuando terminamos de bailar el vals nos sentamos en unas sillas, entonces fue cuando alumnos de otros grupos pasaron a bailar música típica de los estados de la República.
Para mí, la graduación significo mucho porque tenía tanta ilusión de graduarme con todos mis compañeros y amigos, ya que sabía que ese día iba ser el único, en donde yo iba a estar con todos mis compañeros de grupo, ese día fue alegre porque todos estábamos muy felices de que por fin íbamos a salir de la tele-secundaria e ingresaríamos a una nueva institución, pero al mismo tiempo fue triste, ya que todos nos íbamos a dejar de ver, pero lo que más tristeza me daba a mí, era dejar a mis mejores amigas, pues había pasado 10 años de mi vida con ellas, pero salir de la tele-secundaria con ellas fue increíble, disfrutamos mucho nuestra clausura, aunque cuando la directora de la tele-secundaria nos dirigió las palabras de despedida fue mucho más triste, ya que íbamos a dejar de pertenecer a esa institución por completo, ese día si fue el más doloroso, pero a la vez fue algo muy bonito, pues todos los de la institución  habían sido como de nuestra familia pues siempre nos apoyaban en todo, pero lo que yo más iba a extrañar eran a las maestras de la tele-secundaria pues había pasado 3 años de mi vida en esa institución.
Considero que para mí, no hubo otro día más importante de mi vida que haberme graduado de la tele-secundaria Francisco I. Madero, aunque fue muy triste pero jamás volveré a tener un día tan importante como lo fue la graduación de tercer grado.



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