Mi
nombre es Emmanuel García Coxca, tengo 15 años de edad, poseo una complexión
delgada, cabello castaño obscuro, piel morena y una estatura media. Tengo la
nariz puntiaguda, un lunar que se encuentra arriba de mi labio, mis ojos son
color negro y utilizo lentes.
Mi
carácter es bipolar, sin embargo, también alegre y positivo; me agrada hacer reír a las
personas, cantar, bailar y ser creativo.
En cuestiones sentimentales me caracterizo por ser cursi y romántico.
Mi
vida es un profundo mar de recuerdos, llena de días extraordinarios que jamás
olvidare, todos ellos son distintos, pero existe uno en particular que
considero el día más feliz de mi vida.
Todo
comenzó un 14 de abril de 2013, cuando mis amigos, siendo las 11 de la mañana
tocaron mi puerta, salí un poco adormilado, los recibí y me preguntaron si quería
ir con ellos a una finca a pasar un día de campo, ya que tenía mucho tiempo que
no lo hacíamos. Enseguida mi rostro mostró una hermosa sonrisa, corrí a pedir
permiso a mis padres, para lo cual me lo concedieron.
Aliste
una muda de ropa extra en caso de necesitarla, además busque entre mis cosas
algunos objetos que eran elementales para jugar y nadar, así como también un
botiquín de primeros auxilios. Por su parte mis amigos llevaban el almuerzo y
la comida lista. Me despedí de mi familia y nos precipitamos rumbo a la finca,
en el camino realizamos demasiadas bromas entre nosotros, me sentía demasiado
contento, conviviendo y platicando con mis amigos.
Al
llegar, buscamos un pino que diera sombra, para así poder almorzar
tranquilamente, al culminar esto, nos dirigimos a un río que estaba a unos
cuantos metros de ahí, nos metimos corriendo, nadamos, nos echamos clavados,
pareciera como si el mundo fuera solo nuestro, pues nos habíamos olvidado de
todo y de todos. Pasado algún tiempo estando en el agua, decidimos salir y
cambiarnos.
Después
de esto realizamos diversos juegos, en los cuales reímos, nos enojamos,
gritamos e infinidad de cosas que puedan imaginarse. Uno de los juegos que realizamos
fue el fútbol sin embargo, al tratar de quitarle el balón a mi amiga, tropecé con
una piedra, caí al instante y me dolió demasiado, por consiguiente mejor decidimos
cancelar el juego.
Abordamos
la comida pues ya teníamos hambre, fue divertido, ya que mientras lo hacíamos
realizábamos gestos graciosos, eran las 6pm. cuando terminamos de comer. Al parecer ya era
un poco tarde por lo que juntamos nuestras cosas y caminamos rumbo a nuestras
casas. Mis amigos decidieron pasar a dejarme, llegando a la puerta de mi casa
me despedí, les agradecí por todo y les dije que a ver cuándo se volvía a
repetir la ocasión.
Este
es el mejor día de mi vida que jamás olvidare y aunque ya no este junto a mis
amigos, siempre los recordare en esos bellos momentos que pasamos juntos.
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