miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mi nombre es Diana Miriam Rojas Santos, tengo 15 años. Yo soy güera, ojos cafés, pestañas pequeñas, ceja poblada, pelo largo y chino de color negro claro, labios delgados, mi complexión no es muy delgada, mido aproximadamente 1:52 cm, tengo dos lunares muy pequeños cerca de mi nariz. Me gusta mucho escuchar música y caminar. El mejor día de mi vida fue un domingo 14 de agosto, cuando mi tío Ernesto llego de Estados Unidos. Después de 10 años de no verlo y no convivir con el decidimos salir a fueras con la familia. Por motivos de fuerza mayor no asistió toda la familia, tan solo tíos, tías y primas, la abuela no pudo asistir así que disidimos partir solo nosotros. Al tomar camino rumbo a Martínez De La Torre, tomamos la decisión de suspender el viaje por unos minutos para ir de compras, nos dirigimos a un OXO, y compramos lo necesario para después continuar nuestro camino. Al charlar un par de minutos seguimos nuestro rumbo a consecuencia de que estábamos impacientes por llegar a la playa para poder disfrutar de la briza y el día soleado que había en ese momento.

El cielo estaba azulado y muy caluroso, la gente vestía y ligera. Todos reíamos al oír historias un poco tontas; puesto que ya estábamos a punto de llegar el silencio invadió nuestro espacio. Finalmente llegamos, estacionamos la camioneta y nos dirigimos al área de lanchas, posteriormente tomamos un paseo por el mar, pasamos por el interior de unos arboles que se encontraban a la orilla del mar, donde observamos una gran cantidad de cangrejos por tanto posamos en varias direcciones para tomar fotos. Todos quedamos impresionados al ver el tamaño de esos cangrejos ¡eran demasiado grandes y rojos! Después rentamos un balneario, donde pasamos el resto del día. Ahí fue cuando aprendí a nadar. ¡Fue tan divertido! Después el tío Ernesto y el tío Niko me obligaron a deslizarme por el tobogán mas grande, y con mucho miedo al deslizarme dentro de el quería detenerme y rose mis codos con los extremos pero no pude detenerme así que me raspe. A pesar de que ya era muy tarde y el cielo azul entonces era gris seguimos dentro de la alberca jugando y mi prima Manyeri se estaba ahogando por un resbalón que dío en una orilla de la alberca, pero por surte no paso absolutamente nada porque el tío Ernesto la tomo de los brazos y la saco a la superficie. Cuándo salimos a consumir algunos alimentos mis primas y tíos me tomaron de los pies y manos y me lanzaron a la alberca, mientras tanto alguno reían de mi sin parar.


Dado que ya era muy tarde muy contentos tuvimos que partir después de cambiar la ropa mojada que vestíamos. Finalmente me llevaron a casa y muy contenta llegue a contarle todo lo sucedido a mama, me despedí de ella y muy cansada fui a descansar. Aun recuerdo el mejor día de mi vida porque pude convivir con mi tío que ahora se encuentra lejos de aquí, que dudo que pueda volver a verlo y vivir uno de esos ratos agradables con el. ¡¡Ese fue mi mejor día!!.

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