Mi nombre es Diana Miriam Rojas
Santos, tengo 15 años. Yo soy güera, ojos cafés, pestañas pequeñas, ceja
poblada, pelo largo y chino de color negro claro, labios delgados, mi
complexión no es muy delgada, mido aproximadamente 1:52 cm, tengo dos lunares muy
pequeños cerca de mi nariz. Me gusta mucho escuchar música y caminar. El mejor
día de mi vida fue un domingo 14 de agosto, cuando mi tío Ernesto llego de Estados
Unidos. Después de 10 años de no verlo y no convivir con el decidimos salir a
fueras con la familia. Por motivos de fuerza mayor no asistió toda la familia,
tan solo tíos, tías y primas, la abuela no pudo asistir así que disidimos
partir solo nosotros. Al tomar camino rumbo a Martínez De La Torre, tomamos la
decisión de suspender el viaje por unos minutos para ir de compras, nos
dirigimos a un OXO, y compramos lo necesario para después continuar nuestro
camino. Al charlar un par de minutos seguimos nuestro rumbo a consecuencia de
que estábamos impacientes por llegar a la playa para poder disfrutar de la briza
y el día soleado que había en ese momento.
El cielo estaba azulado y muy
caluroso, la gente vestía y ligera. Todos reíamos al oír historias un poco
tontas; puesto que ya estábamos a punto de llegar el silencio invadió nuestro
espacio. Finalmente llegamos, estacionamos la camioneta y nos dirigimos al área
de lanchas, posteriormente tomamos un paseo por el mar, pasamos por el interior
de unos arboles que se encontraban a la orilla del mar, donde observamos una
gran cantidad de cangrejos por tanto posamos en varias direcciones para tomar
fotos. Todos quedamos impresionados al ver el tamaño de esos cangrejos ¡eran
demasiado grandes y rojos! Después rentamos un balneario, donde pasamos el
resto del día. Ahí fue cuando aprendí a nadar. ¡Fue tan divertido! Después el
tío Ernesto y el tío Niko me obligaron a deslizarme por el tobogán mas grande,
y con mucho miedo al deslizarme dentro de el quería detenerme y rose mis codos
con los extremos pero no pude detenerme así que me raspe. A pesar de que ya era
muy tarde y el cielo azul entonces era gris seguimos dentro de la alberca
jugando y mi prima Manyeri se estaba ahogando por un resbalón que dío en una
orilla de la alberca, pero por surte no paso absolutamente nada porque el tío
Ernesto la tomo de los brazos y la saco a la superficie. Cuándo salimos a
consumir algunos alimentos mis primas y tíos me tomaron de los pies y manos y
me lanzaron a la alberca, mientras tanto alguno reían de mi sin parar.
Dado que ya era muy tarde muy
contentos tuvimos que partir después de cambiar la ropa mojada que vestíamos.
Finalmente me llevaron a casa y muy contenta llegue a contarle todo lo sucedido
a mama, me despedí de ella y muy cansada fui a descansar. Aun recuerdo el mejor
día de mi vida porque pude convivir con mi tío que ahora se encuentra lejos de aquí,
que dudo que pueda volver a verlo y vivir uno de esos ratos agradables con el. ¡¡Ese fue mi mejor día!!.
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