miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mi nombre es Lisset Vázquez Bautista, vivo en Teziutlán Puebla, tengo 15 años de edad, mido 1.52 m. de estatura, complexión delgada, piel apiñonada, cara redonda, cabello color borgoña que llega a la altura de las costillas, ondulado y con fleco que cae al lado derecho. Mis ojos son ligeramente  rasgados de color café oscuro, cejas en forma arqueada triangular, nariz bulbosa con labios gruesos, por tratamiento odontológico utilizo brackets, pero me gusta mucho sonreír ya que hay muchos motivos para hacerlo y un recuerdo de las sonrisas más bonitas que eh tenido son de mi graduación de la secundaria.

La graduación de la Sec. Téc. #24 ubicada en Chingnaulingo, Teziutlán, Pue, fue el día 5 de Agosto 2013. Esa mañana cuando desperté sentí una emoción mayor que al día de mi cumpleaños, solo quería que fueran las 5:30p.m  para llegar a la escuela y ver a todos mis compañeros por última vez con uniforme. Durante la mañana me conserve tranquila, era un día soleado y calmado, sin embargo el estrés comenzó a partir de las 4:30 a causa de los nervios y tantos sentimientos encontrados.
Al terminar el peinado de semirecogido adornado con pequeñas flores, mi madre comenzó a maquillarme mientras yo me observaba al espejo y pensaba que nunca me había sentido así de bonita tanto por dentro como por fuera.
 A las 5:00 p.m comencé a vestirme, zapatos escolares negros, calcetas blancas, falda café con blanco cuadriculada y camisa manga larga color blanca, cuando termine de cambiarme avise a mi familia que los esperaba en el evento, que se realizaría en el auditorio de la institución, y salí de la casa con destino a la escuela.
Cuando llegue, comencé a subir las escaleras y recordé el primer día, y cuando llegue al ultimo escalón entre en llanto y seguí caminando por la escuela hasta tener un nudo en la garganta provocado un mar de recuerdos. Al llegar al auditorio, todos estaban elegantes, y felices,por el sonido de las risas  parecía un simple receso. Mi familia llego y sentía felicidad en todo mi ser. Comenzó el acto cívico y las risas predominaron, hasta cantar "No me voy- 0V7" al termino de la ceremonia, después solo escuchaba un “lo logramos",  mientras veía lagrimas en ojos de mis compañeros y al salir del portón todo ya era un recuerdo.

Nunca en mi vida me imagine, que yo podría sonreír tanto en un día o valorar a tanto a personas que antes eran desconocidas y además que  mi familia se sintiera orgullosa de mi, simplemente el mejor día de mi vida.


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