El lugar en el que paso mi
tiempo libre, el lugar a donde prefiero estar al enojarme en pocas palabras mi lugar favorito, ese
lugar, a donde el sueño de cualquier futbolista comienza, claro ese lugar, una
cancha de futbol, es ese maravilloso lugar en donde desquitas toda tu furia
golpeando, pateando o chutando un balón, para mi ese lugar se encuentra en
Tlatlauquitepec, en la comunidad de contla, a un costado de la capilla del
Carmen y de un panteón, tiene cuatro entradas pero la entrada principal es un
gran portón de color naranja, al entrar observaras dos bancas, seis porterías
cuatro son medianas y dos son grandes, también observaras los baños públicos
pero están descuidados, se convirtió en mi lugar favorito justo cuando tenía
cinco años, gracias a mi tío porque me llevo a uno de sus partidos, pero pues que les cuento en este gran lugar comenzó
la siguiente gran historia:
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Me encontraba aun en la
secundaria, en cada clase, en cada platica en cada rato libre, el tema central,
el futbol, la curiosidad comenzó a crecer en mi , puesto que el futbol era mi
más grande pasión, claro en la secundaria los maestros me consideraban uno de
los mejores jugadores a pesar de estar tan solo en primer grado, comencé a entrenar esa habilidad que sabía que tenía,
con el paso de algunos meses perfeccione esa habilidad. Un día oí a unos de mis
amigos platicar sobre un torneo de futbol, por supuesto que me entusiasme y
comencé a preguntar acerca de aquel torneo, reuní gran información y dentro de
esa gran información me lleve una gran
sorpresa al ver que una escuela de futbol estaba ubicada en contla (Tlatlauquitepec)
fue tanta mi emoción que ese mismo día decidí ir a esa escuela, al llegar
observe que estaba mi primo y algunos amigos, todo se encontraba a mi favor
para lograr entrar al equipo titular, durante dos o tres mese entrene
arduamente para poder lograr mis
objetivos, espere y me desgaste todo ese tiempo hasta que, por fin un partido
llego, estaba tan emocionado que no sabía ni qué hacer, la emoción, el
nerviosismo, la tensión, la adrenalina, todas esas emociones que recorrían mi
cuerpo eran intensas, faltando una semana nos preparamos tanto como pudimos,
para ese primer partido, y al fin llego el día del partido nos desgastamos
tanto en la cancha el entrenar observo nuestras habilidades , pero claro, el
juego en equipo en ningún momento se noto, así que después del partido el
entrenador nos dio una breve platica en la que nos menciono que deberíamos
jugar más en equipo, a pesar de que ganamos ese partido, no nos sentíamos
satisfechos ya que el equipo no se notaba, pero gracias a ese primer partido
nos dimos cuenta que el equipo se componía de todos y cada uno de los
jugadores, desde los que estaban sudando la playera dentro de la cancha hasta
los que estaban esperando el turno para jugar ( la banca ), después de eso
comenzamos a entrenar en todo nuestro tiempo libre, con todo este gran entrenamiento
logramos entrar al torneo, comenzamos bien pero a medio torneo nos confiamos y
quedamos fuera, si nos disgustamos y pues no se que nos paso o que me paso, me
salí del, equipo de ese gran equipo en el que obtuve mi primera oportunidad los
cambie por el equipo que había sido campeón, pero por pensar que ya habían sido
campeones no me di cuenta que dejaba solo a mi equipo, pero cuál fue mi
sorpresa en ese segundo partido ellos fueron campeones no me moleste con ellos
si no conmigo mismo, al paso del tiempo el entrenador del contla me hizo el
comentario de que a pesar de que fueron campeones al equipo le faltaba un
jugador, al oír estas palabras deje atrás mi orgullo y me disculpe con él y con
mis compañeros de equipo así que les pedí una segunda oportunidad, ellos
aceptaron que jugara nuevamente en ese equipo, y pues si quería entrar
nuevamente al equipo titular debía comenzar desde abajo, así lo hice hasta
entrar nuevamente al equipo titular, la confianza regreso a mí y esta vez
entrenamos tan duro que logramos llegar a las semifinales, todos nos
emocionamos tanto que en ese partido de semifinales ganamos y obtuvimos un pase directo a la final, para
ese partido final esperamos dos semanas así que toda la primera semana y tres
días de la siguiente entrenábamos de cuatro a ocho de la noche, el día había
llegado, estábamos decididos a dejarlo todo en la cancha, el partido comenzó el
primer tiempo comenzamos ganando al segundo tiempo nos empataron, el partido
concluyo y el partido se fue a tiempos extra, no paso nada y pues a
penaltis no hay de otra, mis piernas ya
no aguantaban mas todo iba bien hasta que llego el momento en el que cobraría
el penalti, lo falle, le falle a todo mi
equipo, pero ellos me demostraron algo a pesar de perder o ganar ellos siempre
estarían apoyándome, a pesar de haber perdido esa final en nuestra propia
cancha festejamos como si hubiéramos ganado ya que el equipo debe estar unido
siempre se gane o se pierda.
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