LOS RAPEROS
Por encima de todo son
cronistas sociales por naturaleza, provienen de todas partes, la mayoría de
ellos bajo la cultura del break (música que en su momento de aparición fue
totalmente rompedora).
El estilo típico del rapero es formar sus propias bandas
y marcar sus territorios haciendo las famosas “firmas” (especie de logo que
simboliza su nombre y los “pintan” sobre paredes o mobiliario urbano). Su
vestimenta puede variar, puede ir desde ropa muy deportiva grandes pantalones,
geirses de baloncesto, gorras, etc. hasta el modelo típico de otra banda
llamada “Emos”. Su principal contradicción es considerar ser artistas
profesionales y no tener que alternar su quehacer artístico con algún trabajo.
Esto según ellos los haría sentirse aficionados y no es lo que quieren.
A pesar
de esto no desechan el término “aficionados pero aseguran que al igual que un
cantante lirico, un artista plástico, un poeta , un escritor de arte o un
músico necesitan tiempo para dedicarlo a hacer su música, elaborar su textos
hacer promociones en la radio o televisión y nutrirse culturalmente. Otros en
cambio están sentados en el corazón del barrio observando lo que sucede cada
día para “ alimentar sus textos”, representan ese mundo marginal pero no
marginado, relatan (en su mayoría) historias verdaderas que suceden a diario en
sus barrios.
El rapero tiene como principales objetivos ser reconocido, lograr
grabar sus discos y depender económicamente de su trabajo. Por estas razones
son considerados por muchos como vagos habituales porque les cuesta creer que
el rapero es un artista.
LUIS ANGEL LEON
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